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El Zen del correr

El Zen del correr

La meditación del correr (Zen)

La meditación del correr es muy apropiada para aquellos que tienen dificultad a la hora de parar la mente en quietud. Experimentar la carrera como una danza requiere una atención especial. Al principio jadearás inspirando y expirando.

«Así que, corro todos los días para preservar el “ser” que logré el día anterior. Y, junto con esto, está el deseo de asegurar el “ser” que aún no existe. No puede haber descanso. Si no corro, eventualmente perderé todo lo que he ganado y mi futuro con él «.

Dr. George Sheehan (Why do I run)

Corre gozosamente, saborea cada zancada y cada respiración como una caricia. Tu columna está recta, tus rodillas empujan sin esfuerzo, los músculos abdominales masajean tus intestinos, la exhalación elimina toxinas y la apertura de los poros completa la limpieza a través del sudor.

No te excedas, contente. Descubre tu propio ritmo. No corras porque tengas prisa o porque quieres conseguir un objetivo. Corre en el interior de tu respiración, nunca delante de ella. El precio de correr más que ella es el dolor. A medida que tus músculos se fortalezcan, tus pulmones se expandan y tu circulación se acelere te sentirás energético, saludable y feliz.

Objetivos:

  • Sentir el estado de paz y silencio internos a través de la acción y del movimiento
  • Recargarse energéticamente y físicamente
  • Purificar emociones y pensamientos.

Pautas:

  • Correr desde el centro del aliento.
  • La expiración debe realizarse con energía y la inspiración debe ser completa. Aproximar el tiempo de inspiración y expiración. El esfuerzo del correr no debe causar sensación de ahogo.La respiración marca el ritmo de las piernas.
  • Soltar los músculos de la pierna que no se apoya en el suelo.
  • Las muñecas y los brazos deben ir relajados y los hombros y el cuello deben moverse con soltura.
  • La mirada no debe enfocarse en nada, debe ser global y abarcar un ángulo de 180 grados. Un método eficaz para lograrlo consiste en intentar ver al mismo tiempo los espacios que van pasando a izquierda y derecha.
  • Correr sin metas y sin ánimo competitivo.
  • Buscar una sensación global energética del cuerpo que emana de “hara” (el centro vital del vientre)
  • No te olvides de estirar tu cuerpo antes y después de salir a correr.
  • Después de ducharte tras la carrera siéntate en postura cómoda de meditación y observa tu respiración durante unos minutos.
  • La distancia que recorrer y la velocidad son relativas y depende de muchos factores: altura, peso, edad, fumadores.
  • Corre a menudo, pero que no se convierta en una tarea penosa. 4 veces a la semana podría ser una buena media.

Más información:

El Zen del correr Autor: Rohe.