¡Actívate!
¡Apasiónate!
¡Despierta!
Sumérgete de lleno en la vida.
Permítete extasiarte en tu curiosidad.
Asume tu tiempo, hazlo tuyo.
Constata la muerte para celebrar la oportunidad de la vida.
Haz que cuánto suceda valga la pena.
Reconoce en el bendito espejo del dolor, tu incomodidad,
para hacerte cargo de ella.
No te preocupes del “¿por qué?” de cuánto suceda,
ocúpate del “¿para qué?”.
Vienes y te vas tan sólo con la efímera y mágica esencia de lo que Es..
somos pasajeros de la forma, luz reconociéndose en algún medio de contraste.
Revisa cuanto dices y reclamas en otros
y luego perdona tus inconsecuencias.
Lo malo que ves, es lo bueno que has sido convidado a manifestar
Y si lo ves es tuyo.
¡Alégrate de vivir!
… podrías estar muerto…
Tienes la vida que te permites
de acuerdo a lo que has creído,
a cuanto te has permitido creer,
y sobre todo, de acuerdo a lo que te han echo creer tus herencias.
Con el corazón en alto,
da un brinco por sobre los caducos acuerdos
… puede que haya continentes en donde otros,
sin siquiera intentarlo, proyectan sus demonios.
Ve y vive
y no mendigues la versión que otros cuentan.
Ve y vive
sabrás que la vida no tiene precio
pero que cobra mayor valor.