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Me-Edité

No puedes sanar en el mismo ambiente que te enfermaste

Si este título te llamó la atención: es momento de observar tus relaciones: si las personas que te rodean te deprimen, lastiman, manipulan, abusan (física y/o mentalmente), se aprovechan de ti, te menosprecian, te desalientan de tus objetivos, te consumen con su drama, o traen oscuridad a tu vida en lugar de luz: no puedes sanar.

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Por ejemplo, observa tus propias elecciones de alimentos y hábitos alimenticios: si tu cuerpo está enfermo (deprimido, con sobrepeso, diabetes, cáncer, enfermedades cardíacas, etc.), pero no eliminas los alimentos tóxicos de tu vida ni controlas su consumo excesivo, entonces estás en un estado constante de ‘enfermedad’, por consiguiente: no ​​puedes sanar.

Ahora, estudia tus hábitos: si estás sentad(a) todo el día y no haces ejercicio, si fumas y bebes en exceso, si compras cosas impulsivamente que no necesitas para impresionar a las personas que no son importantes, si estás consumid(a) por tus deseos, si estás sumid(a) en pensamientos y emociones negativas, si no te corre la vida por estar en tus dispositivos (llámese celular, ipad, T.V., etc), si estás obsesionado(a) con las redes sociales y te olvidas de vivir el momento, si estás descuidándote: no puedes sanar.

Nuestras vidas, nuestro entorno, «hasta cierto punto», están bajo nuestro control (digamos que nosotros somos los que decidimos hacer o no hacer). Las personas que dejamos entrar en nuestras vidas, las elecciones que hacemos a diario, los hábitos que formamos, los pensamientos que entretenemos, etc., están bajo nuestro control y contribuyen a nuestros entornos internos y externos. Concéntrate en las cosas bajo tu control, olvídate de las cosas que no lo son.

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Para mí personalmente, tuve que salir de un ambiente de trabajo corporativo tóxico. Mi trabajo era lucrativo, pero me estaba matando lentamente. A veces tienes que detenerte y preguntarte: «¿Qué precio debo pagar para que me paguen?» Sacrifiqué mi salud y mi libertad por dinero. Ese es un gran precio. Ya no. Tuve relaciones tóxicas. La gente que me rodeaba en lugar de levantarme, me bajoneaba: derribándome con su drama, sus adicciones y su negatividad. Ya no. Tengo la suerte de poder perseguir mi pasión por la salud y el bienestar. Me he rodeado de personas positivas y alentadoras. Cambié mi ambiente. Tomé de nuevo el control de mi vida. Estoy sanando

Si quieres sanar, mira a tu alrededor y mira dentro de ti. Tal vez sea hora de tomar algunas decisiones difíciles.