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Diálogos entre el Ego y el Espíritu

Diálogos entre el Ego y el Espíritu

Diálogos entre el Ego y el Espíritu, Un Curso de Milagros.

El Ego dijo: Si das lo que tienes lo perderás. El Espíritu respondió: Es dando como puedes conservar lo que tienes; aquello que no das lo pierdes para siempre.

Un Curso de Milagros

El Ego dijo: Cualquier tiempo pasado fue mejor, el Espíritu respondió: el pasado no existe es solo un sueño de tu mente dividida, sólo este momento es real.


El Ego dijo: Prepárate para alcanzar tus sueños y establece tus objetivos, el Espíritu respondió: no hay mayor sueño a alcanzar que el deshacimiento de todos ellos para Ser y conocer quién realmente eres.


El Ego dijo: Defiende tus creencias y no permitas que te quiten la razón, el Espíritu respondió: La única creencia real es saber que todas ellas son irreales y que por tanto no hay nada que defender ni proteger.


El Ego dijo: Los otros tienen la culpa de mis circunstancias. El Espíritu respondió: Los otros solo reflejan las efectos de tus creencias inconscientes, perdónate y perdónales por mantener y proyectar sueños ilusorios de división.


El Ego dijo: Esfuérzate y compite por ser mejor a diario. El Espíritu respondió: No existe el ser mejor ni peor, todo lo que puedes llegar a ser ya lo eres en esencia, no hay nada que mejorar ni lograr sino solo deshacer los velos que no te dejan «Ser» lo que siempre fuiste y serás.


El Ego dijo: Protege lo que tienes porque podrías perderlo. El Espíritu respondió: Si proteges lo que tienes lo perderás. Si lo compartes y lo das, lo conservarás.


El Ego dijo: Divide y vencerás. El Espíritu respondió: Une y recordarás.


El Ego dijo: Hay alguien especial que te amará de una forma genuina. El Espíritu respondió: El Amor no entiende de condicionamientos y nadie externo a ti puede darte lo que ya eres:
«El Amor se da al Amor sin grados, requerimientos ni condiciones para ello».


El Ego dijo: Sacrifícate por los demás y ganarás tu lugar en el Cielo. El Espíritu respondió: Ya estás en el Cielo y todo sacrificio es solo el intento de “pagar” una culpa inconsciente que nunca existió al separarte del Creador; tu lugar en el Cielo es inviolable, hagas lo que hagas y tardes lo que tardes en recordarlo.


El Ego dijo: El sufrimiento es necesario para alcanzar el paraíso. El Espíritu respondió: El sufrimiento es el resultado de la culpa y el miedo, solo con deshacer las mentiras que la mente dividida fabricó el sufrimiento desaparece, una vez te das cuenta de ello y te perdonas, es totalmente innecesario.


El Ego dijo: Tu cuerpo, tus pensamientos y tus emociones es lo que eres. El Espíritu respondió: Toda forma física o no física que pretenda percibirse separada de otras formas no existe más que en el sueño de separación; lo que eres no puede medirse ni identificarse en el espacio ni el tiempo.


El Ego dijo: Tienes todo el tiempo del mundo para evolucionar. El Espíritu respondió: Lo que fue creado perfecto no precisa de ninguna evolución y el tiempo existe solo en el sueño; eres atemporal y existes en la eternidad.


El Ego dijo: La Enfermedad y la Muerte son inevitables. El Espíritu respondió: La Enfermedad está solo en la mente dividida en forma de ilusión aparente, no existe cómo tal, así como la Muerte, lo que nunca nació no puede morir; sólo la Vida es real y esta no se encuentra en el Mundo que percibes.


El Ego dijo: Nunca serás lo suficientemente bueno, siempre habrá alguien mejor que tú. El Espíritu respondió: No hay nadie mejor ni peor que nadie, El Gran Espíritu tiene un solo Hijo creado perfecto a semejanza del mismo, el cual está regresando al Hogar de innumerables y distintas maneras. El Juicio Final (El final de todo juicio) es inevitable.


El Ego dijo: Hay que juzgar y condenar a aquellos que obran mal. El Espíritu respondió: Todo juicio y condena que realizas, es siempre contra ti mismo por el deseo de perpetuar el sueño de “pecado”, culpa y castigo que hace posible la manifestación del Mundo que percibes; pide que se te corrija esa percepción para poder ver el Mundo Real.


El Ego dijo: Hay que controlar a las personas y a las acciones y a los demás a fin de lograr los objetivos deseados. El Espíritu respondió: Todo control es fruto del miedo a perder lo que nunca fue tuyo ni será jamás, todo lo que nace morirá y desaparecerá, pero quien no nació nunca no puede morir y por tanto, no hay necesidad de control alguno; tuyo es el reino de los Cielos en su totalidad.

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