«Quería perder la memoria y empezar todo de nuevo.»
Alguna vez leí esta frase y creo que hasta un par de veces ha pasado por mi mente una sensación como esa ¿y si pudiera borrar todo lo que me ha dolido en este plano?
Aunque meditando, he llegado a una conclusión: ¡No quiero eso para mí!
¿Perder mis memorias?
Pero si ellas son la base de lo que soy. Son parte fundamental de nosotros, en ellas contenemos nuestros errores, nuestros aciertos, engaños y los casi engaños … etc.
Sin un pasado, no tendríamos historias para contar, ni aprendizajes para compartir, ni sonrisas para recordar y sonreír una y otra y otra vez.
¡No! Definitivamente, quiero mantener en la memoria todo lo que me ha ayudado a ser quien soy.
Incluso lo que me hizo llorar. Esos fueron los momentos donde más crecí…
Definitivamente, no quiero ser un ente desmemoriado.
Quiero saber exactamente qué fue lo que me hizo llorar y qué o quien o quienes me hicieron dar las mayores carcajadas.
Por todo, quiero ser agradecido y recordar bendecir cada paso que doy por la vida.
Bendecir nos ayuda a agradecer por lo que tenemos y por todo lo que soñamos con conseguir.
Quiero ser consciente de todo lo que he perdido y de todo lo que he conquistado. Y recordar que por cada vez que se ha cerrado un ciclo, he sido bendecido por uno nuevo que comienza …
Por eso, no desprecies tus memorias.
No debemos vivir del pasado, sino vivir intensamente para producir más y más recuerdos que valgan la pena… o cómo dicen hoy en día, que valgan la alegría.
Tenemos todavía muchas historias para contar y recontar. Confía en la Magia de los nuevos inicios.
¡Buen camino!…🔥