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HAZ TUS SUEÑOS REALIDAD
(Repara Tu Corazón)
“Lo que más deseo es ver realizada mi vida, tal cual yo la imaginé algún día, cuando todavía tenía fe en que esto era posible, cuando todavía no me ganaba mi vida de adulto y me llené de compromisos y ahora sólo corro de un lado a otro para cumplir con todo aquello que sucede afuera, olvidando cumplir con quién me habita aquí adentro, adentro de mi corazón, con mis anhelos del alma, con mi llamado profundo, con mi libertad…
¿En qué momento me perdí? ¿En qué momento me rompí? ¿En qué momento me olvidé de mí?
¿Dónde está el abismo en donde se pierden mis anhelos? ¿Dónde está esa fuga, esa fractura entre desear algo y materializarlo?”
Es un diálogo que seguramente todos hemos tenido alguna vez, y/o que tarde o temprano llegaremos a él…
¿Cuánto de aquello que deseas, lo ves realizado? ¿Tienes frente a ti formada la vida que genuinamente quieres?
¿Por qué los seres humanos no somos capaces de ver en la realidad nuestros anhelos más profundos?
Puede haber diversas circunstancias: sociales, aprendidas, emocionales, mentales, etc…
Hoy voy hablar de una herida que, la humanidad, venimos cargando por generaciones, nosotros los Seres Humanos, llevamos el corazón roto por generaciones y generaciones..
Quiero que imagines que eres un canal, un tubo, que tendría que ser luminoso y conectar el centro del Universo, el Sol Central (el Padre Creador) al centro de la Tierra (la Madre Creadora) estas energías de creación se unen a través tuyo (el Hijo) y en el centro de ti radica la fusión de estas dos energías, donde se une el centro del Cielo, con el centro de la Tierra: Tu Corazón.
¿Qué hay en tu Corazón? El corazón es la inteligencia de lo femenino en la humanidad…Hay memorias de humillación, heridas de ser conquistados, sometidos, esclavitud, sumisión, falta de reconocimiento, insuficiencia, desconexión, infancias infelices, abandono, soledad, etc.
¿Cuándo dejamos de creer en nuestra intuición para darle sólo espacio a la razón? ¿Cuándo perdimos la fe y sólo admitimos la ciencia?
Cuando hicimos eso, nos rompimos el corazón y dejamos de conectar el cielo con la tierra…
¿Cuando perdiste la fe en los milagros, en una Vida Milagrosa?, ¿cuando perdiste tu fe en la magia?, ¿cuando condenaste a las brujas, a las magas, a las alquimistas?, ¿cuando perdiste tu Diosa Interna? (seas hombre o mujer), ¿cuando creíste que sólo lo que se puede comprobar es válido? y dejaste de creer en el Amor y su naturaleza, la naturalidad de estar enamorado (en AMOR dado) de la Vida, de fluir en ella, ¿cuando fue más importante para ti ver la materia que irla creando con fe, amor y alegría…? ¿Cuando perdiste tu ser salvaje?, ¿cuando dejaste de expresarte al natural?, ¿cuando te vestiste de apariencias y dejaste de conectar con los seres vivos que tienes frente a ti y a un lado tuyo?, ¿cuando no te creíste merecedor o merecedora de actos de fe y confianza?, ¿cuando perdiste la alegría de vivir el gozo de la naturaleza?, ¿cuando tapaste tus centros de conexión con lo natural y te llenaste de ideas muertas, preconcebidas y perdiste la espontaneidad de Ser?, ¿cuando creíste que era más importante ver el castillo construido y no los corazones que lo habitan…?
Regresa, regresa ¡REGRÉSATE A TI! A tu fe, a la esperanza, a habitar tu espacio físico, para conectar con tu cuerpo, deja de creer que lo mejor está al otro lado de tu espacio, que “allá afuera” todo es mejor, habítate, así, con todas tus sombras y tus miedos, repara cada una de las fugas que hay en tu corazón, déjate de creer insuficiente para el mundo, no sigas cargando tus heridas de la infancia, si no tuviste la infancia que querías, ahora date ese amor tú a ti mismo, ámate como crees que no lo hicieron tus padres,, pero ÁMATE DE VERDAD, procúrate, “estáte cerquita” tuyo y no te abandones…
¿Quieres ver tus sueños hechos realidad? Entonces escúchate por Dios, pero no tus quejas o también a ellas, pero para resolverlas, no para llenarte de basura la cabeza y de corazas el corazón.
No dejes para mañana tu encuentro con el Espíritu, que el Espíritu es puro AMOR puro, y es allí donde radica la medicina para reparar tu corazón, entrega tus pensamientos chatarra, deja de alimentarte de ellos, sana tus heridas, repáralas con AMOR.
Y con AMOR ve y construye el mundo que quieres y SÉ TAN VALIENTE Y OSADO que anímate (llénate de ánima-VIDA) a ver tus mayores anhelos materializados para ti…ÁMATE TAMBIÉN EN LA MATERIA, que tu entorno sea un extensión del AMOR DIVINO en la Tierra…
¡REPARA TU CORAZÓN Y CONECTA EL CIELO CON LA TIERRA!
Autor: Esmeralda Lomelí