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El Diálogo Interno

¿POR QUÉ CUANDO ESTAMOS SANANDO EMPEORAMOS?

Cuando entras en el proceso de sanación, sea cual sea la fase que estás procesando y a través del método que hayas decidido tomar (Reiki, Acupuntura, Homeopatía, Medicinas ancestrales, etc, etc.), en la mayoría de los casos se produce una “recaída”. Contrariamente a la mejoría que se esperaría se tuviera, se produce un empeoramiento de los síntomas, o aparecen síntomas nuevos que antes no había, acompañados de un estado anímico hacia abajo (en depresión).

¿Porqué sucede esto?

Porque cuando decides entrar en el proceso de sanación (liberación), lo que tiene lugar precisamente es eso, la «Liberación» de aquello que has decidido soltar.

Aquello que ya no necesitas sostener más, te deja, y te deja atravesándote… te vas vaciando de todo residuo en tu interior. Pues para que lo nuevo pueda instalarse lo viejo ha de dejar su espacio, y a veces ese espacio que se queda libre necesita de una limpieza profunda y de una puesta a punto. Esto básicamente es lo que sucede cada vez que sanamos algo.

Así que si te encuentras en este momento trabajando de forma consciente alguna parte del alma y tu cuerpo se siente cansado, descansa, si el cuerpo te pide lágrimas, dale llanto, si te pide odio, odia, si te pide rechazo, rechaza

No te reprimas, no reprimas nada… pues la única forma de ser libre es atravesando aquello que te oprime.

Un Ejemplo:

Muchas veces creemos que para estar en paz hay que perdonar, pero no se puede fingir ni forzar el perdón. Si estás enfadado, si sientes rechazo o dolor por alguien, no puedes pasar de ese sentimiento y pretender que lo sueltas… has de soltarlo realmente para poder perdonar (que no es más que soltar), y para conseguirlo sólo hay una forma y es viviendo tus emociones, sin rechazarlas ni juzgarlas. Cuando les das voz, ellas mismas te cuentan cosas sobre ti mismo, que no conocerías de otro modo.

No le tengas miedo al diálogo interno, es clave para la liberacion.

Leon Medicina

Podemos sentirnos conectados internamente con nuestro propio cuerpo de luz y a través de eso podemos curarnos a nosotros mismos.

Las formas de pensamiento y las emociones son los efectos de las huellas que tenemos en nuestro cuerpo de luz. Las ondas que provienen de las huellas. Cuando vamos más allá de los pensamientos y las emociones en el sentimiento, podemos ir a la raíz de nuestros traumas, podemos llegar a las raíces de nuestras huellas, nuestro karma que llevamos con nosotros. Realmente podemos conectarnos con nuestro ser eterno, ahí es donde ocurre la curación real.

La curación requiere dos elementos importantes, la conciencia de nuestro Divino Masculino y el sentimiento de ser, que nos otorga nuestro Divino Femenino. Cuando los dos se encuentran con la unidad, se enciende una luz y hay un recuerdo inmediato de nuestro verdadero origen, el verdadero yo, que es el amor eterno. Cuando mantienes esa presencia sentimental dentro, en cualquier parte de tu ser, enciendes la luz dentro de ti. Enciendes la curación dentro de ti.

Solo recuerda esto.

Dolerá antes de mejorar. Dolerá, ya que es hora de darnos cuenta de que necesitamos hacer que las cosas cambien. Si estás buscando una balsa salvavidas para evitar ahogarte, ese eres tu. Tu balsa salvavidas eres tú. Solo siente el dolor y deja que venga la curación.