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10 cosas que aprendes por ser criado por una mujer fuerte

Cuando tienes una madre fuerte, te das cuenta de que no necesitas de nadie para encontrar la felicidad. Te das cuenta de que cualquier mujer puede prosperar sola, sin una mano que sostener. Te das cuenta de que tu vida amorosa no tiene correlación con el éxito que tengas y con lo satisfecha que te sientas.

Cuando tienes una madre fuerte, aprendes a cultivar tu independencia. A cómo decir lo que piensas en situaciones sociales. Cómo defenderte durante los enfrentamientos. Cómo sobrevivir por tu cuenta, cómo prosperar por tu cuenta. Descubres cómo cuidarte, como ella lo hizo, porque quieres hacerla sentir orgullosa…

10 Cosas que aprendes por ser criado por una mujer fuerte:

1. Aprendes el valor de la independencia

No necesitas un hombre para salvarte o alguien para cuidar de ti, aprendes con el ejemplo de que eres capaz de vivir una vida plena y feliz sin tener que compartirla con otra persona. Aprendes que puedes construir una casa, criar hijos, cocinar, hacer los platos y, al mismo tiempo, tener una carrera próspera. Prácticamente aprendes a ser una super mujer.


2. Aprendes el significado del amor incondicional

Viste a tu madre sacrificar su tiempo, salud y juventud por ti y tus hermanos, pero ella nunca se quejó de cuánto estuvo sufriendo o cuánto hizo por ustedes. Ella tenía siempre una sonrisa en la cara y fue feliz dando más y más de sí misma. Ella les enseñó el amor altruista e incondicional, y bien sabes que no vas a ser capaz de encontrar ese amor en cualquier otro lugar.


3. Aprendes a amarte a tí mismo

Aprendes a alejarte de las cosas que no están destinadas para ti, aprende a seguir adelante, incluso cuando el mundo entero está en tu contra, y aprendes a creer en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti. Aprendes que las fallas no te definen; lo que te define es cómo te recuperas de todos los contratiempos y cuánto luchas por la vida que quieres.


4. Aprendes que puede ser fuerte y suave al mismo tiempo

Las madres fuertes son generalmente muy sensibles, simplemente saben como ocultarlo mejor, pero tu viste a tu madre silenciosamente llorar por tu dolor, o quedarse despierta toda la noche cuidando de ti cuando estabas enfermo, o las noches en que ella no podía dormir porque algo te estaba molestando. La forma en que te abraza cuando estás triste muestra compasión y ternura inigualables y, a veces, en un rincón tranquilo, la viste derramar alguna lágrima.


5. Aprendes que no es fácil ser mujer

Te darás cuenta que tu opinión algunas veces será descartada, que no van a prestar atención cuando estás hablando seriamente, pero aprenderás que puede sobresalir de entre la multitud y obligar a todos a escuchar tu voz y aceptar tus ideas. Aprendes que lo que no te mata te hace más fuerte.



6. Aprendes a nunca mirar atrás

Aprendes a abandonar todos los «que pasaría si» y «podría haber sido».  Aprendes a no mirar hacia atrás y preguntar por qué la vida te dió la espalda. Ahora sólo sigues mirando hacia adelante y dejas el pasado redimirse por si solo. Aprendes que todo lo que te sucedió te llevo a donde perteneces, incluso aunque no sea lo que siempre deseaste.


7. Aprende la importancia de la paciencia y la fe

Aprendes que Dios cuida de tu y de tus luchas, que todo estará bien al final. Las tormentas van a pasar y mañana será un nuevo día. Aprendes a ser paciente con la vida, paciente con el tiempo, paciente con el éxito y paciente con los problemas. Aprendes que la paciencia es fuerza.


8. Aprendes cómo crear tu propia felicidad

Puedes encontrar la felicidad en una vida difícil. Aún puedes ser feliz, incluso si estás cargando el peso del mundo sobre tus hombros. Mi madre me enseñó que siempre puedo encontrar algo para sonreír, todo lo que tengo que hacer es mirar más de cerca.


9. Aprendes que ella aún sabe más sobre el amor que tú.

Incluso teniendo una diferencia grande de años, incluso si no te gustan sus elecciones en el amor, si ella no aprueba a alguien, es mejor escucharla. Ella sabe lo que está diciendo; además, no quiere ver que te dejen un corazón partido. Por mucho que odies admitirlo, siempre lo hizo bien.


10. Aprendes cómo ser una buena madre

Has sido criada por una madre que te mostró cómo realmente cuidar de una familia, que el trabajo duro compensa, que puedes amar a alguien incondicionalmente. Ella te mostró como ser protectora, amorosa, gentil, compasiva, fuerte y resistente. Ella estaba liderando con el ejemplo, y lo sepas o no, estás siguiendo sus pasos un paso a la vez.


Escrito por: Rania Naim.
Traducido por el staff de El Sendero del Chamán
Fuente: ThoughtCatalog