¡Tu cuerpo emocional necesita ser sanado!
Siempre que surja una emoción negativa, reemplázala con algo positivo. Todos tenemos una imagen mental de lo que es un cuerpo físico deseable: bien acondicionado, saludable, joven, fresco y agradable de contemplar. Pero no usamos esas cualidades en relación con nuestras emociones, nuestro «cuerpo emocional».
El cuerpo emocional, como el cuerpo físico, debe nutrirse adecuadamente.
Es posible que te sientas cansado(a) y flácido(a) por tener las mismas reacciones una y otra vez. Nuestro cuerpo se enferma cuando se expone a toxinas e influencias nocivas en nuestro entorno.
Siempre que experimentas una emoción negativa, tu cuerpo emocional expresa malestar, fatiga o dolor. Presta atención a estos síntomas, tal como lo harías con un dolor o malestar físico. Si tuvieras una piedra en tu zapato, no dudarías en quitarla. Sin embargo, ¿cuánto tiempo has soportado las piedras espirituales de tu zapato? De muchas formas, nuestras prioridades deben revertirse. Piensa en el tiempo y el dinero invertidos en prevenir el envejecimiento.
Hacemos un gran esfuerzo para asegurar un cuerpo sano y funcional hasta la vejez. Sin embargo, irónicamente, es el cuerpo emocional el que es inmune al envejecimiento. No hay razón para que las emociones envejezcan, porque la fuente de frescura y renovación está siempre a mano. Tu cuerpo emocional debe permanecer vigoroso, alerta, flexible y abierto a experiencias. Creo que una sola frase, “la ligereza del ser”, engloba todas estas cualidades.
Los niños sienten naturalmente la ligereza del ser. Juegan y ríen; Olvídense de los traumas y recupérense rápidamente. Todo lo que sientas pronto saldrá a la superficie. Este período relajado puede no durar mucho. Al observar a un niño de cerca, se puede ver el comienzo de las tendencias que lo llevarán al sufrimiento futuro, ya que la sombra le enseña su proyección, culpa, remordimiento y todo lo demás. Es por eso que reconstruir el cuerpo emocional a largo plazo es la mejor estrategia para todos: Tu futuro depende de eliminar tu pasado. La clave es tener una perspectiva que puedas implementar todos los días. Sin embargo, sin una perspectiva de vida, incluso el mejor consejo es fortuito y fragmentado.
Una perspectiva para la reconstrucción del cuerpo emocional incluye al menos algunos de los siguientes puntos:
- Vuélvete más completo.
- Aprender a ser resiliente.
- Disipa los demonios del pasado.
- Cura viejas heridas.
- Espere lo mejor de ti mismo.
- Adopta ideales realistas.
- Comprométete.
- Se generoso, especialmente con tu alma.
- Ve más allá de los miedos.
- Aprende a aceptarte a ti mismo.
- Comuníquese con Dios o con tu yo superior.
Lo más importante en la reconstrucción del cuerpo emocional es volvernos más completos. Las emociones no se pueden remodelar de forma aislada. Se funden, se mezclan con pensamientos, acciones, aspiraciones, deseos y relaciones. Cada sentimiento que tienes se mueve de manera invisible hacia el medio ambiente, afectando a las personas que te rodean, la sociedad y el mundo. Después de trabajar con miles de personas a lo largo de los años, pude darme cuenta de que sin plenitud todo lo que podemos crear es un cambio superficial. Entonces, veamos si es posible abordar la vida como una realidad, un proceso que engloba todos los pensamientos y acciones que alguna vez has tenido o tendrás.
Esto puede sonar un poco sofocante, pero para escapar de la niebla de la ilusión, la única salida es la realidad. De hecho, solo hay una realidad. No tienes forma de separarte de ella. Tampoco querrás, ya que puedes ver la enorme ventaja de vivir a plenitud. Tu yo separado, que tiene un interés personal en el mundo, no se trata de quién eres realmente. De hecho, esto puede ser una ilusión total, y eso es lo que dijo Buda. El yo que defiendes todos los días, como tu punto de vista único, es una ficción conveniente que hace que el ego se sienta bien. Sin embargo, lo que el ego no se da cuenta es que se sentiría mucho mejor si abandonara la parte limitada y egoísta del mundo. Cuando eso sucede, el yo real puede emerger. Entonces, y solo entonces, será posible la plenitud.
Deepak Chopra